POR ÚLTIMO, HERMANOS,

PIENSEN EN TODO LO VERDADERO,
EN TODO LO QUE ES DIGNO
DE RESPETO, EN TODO LO RECTO,

EN TODO LO PURO,
EN TODO LO AGRADABLE,

EN TODO LO QUE TIENE BUENA FAMA.

PIENSEN EN TODA CLASE DE

VIRTUDES, EN TODO

LO QUE MERECE ALABANZA.
FILIPENSES 4:8 (DHH)

A veces es bueno detenernos y preguntarnos: ¿Cómo estoy? ¿Cómo
está mi alma?

PREGUNTA PARA DISCUTIR:
¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste cómo estoy? ¿Cómo me
encuentro?

Es bueno porque es fácil permitir que las circunstancias de nuestro
alrededor nos abrumen y nos roben la paz.

Y si nos falta paz, incluso tan sólo una poca, ¿a qué se debe? Estaríamos
de acuerdo en que esto no es el deseo de Dios para nuestras vidas, y
que no refleja quién es Él. Dios quiere que vivamos con gozo y que
tengamos una vida llena y abundante.

El apóstol Pablo no tenía una vida fácil y podría haber estado
deprimido y afligido; pero él entendía que había muchas cosas en su
vida para celebrar y agradecer. Hagamos como Pablo. Dejemos de
meditar en las cosas que nos quitan la paz y empecemos a meditar
en las cosas que vienen de la mano de Dios.

Cuando prestes una especial atención a nuestro Salvador, Jesús, no
cabe duda de que vas a sentir una paz sobrenatural que proviene de Él.
Y si no encuentras a tu alrededor algo verdadero, digno, justo, puro,
amable o que merezca elogio, entonces levanta tu mirada y fíjate en
Jesús. Él es el autor de la vida que trae todas estas cosas.

ORACIÓN:
Señor Jesús, ayúdame a meditar en todo lo bueno que viene de ti.
Ayúdame a resistir la tentación de enfocarme en las cosas negativas
que me rodean. Gracias por tu paz y por tu generosa bondad. Amén.