LOS QUE VIVEN SIN CONTROLAR
SUS MALOS DESEOS, SOLO PIENSAN

EN HACER LO MALO.

PERO LOS QUE VIVEN OBEDECIENDO
AL ESPÍRITU SANTO SOLO PIENSAN

EN HACER LO QUE DESEA

EL ESPÍRITU.
ROMANOS 8:5 (TLA)

Si bien gran parte de nuestro tiempo y energía se gasta en mantener
sanos nuestros cuerpos físicos, el área real de preocupación, que nos
afecta a todos, es nuestra salud mental.

La salud mental es especialmente desafiante en estos tiempos. La
forma en que pensamos impacta en quien nos estamos convirtiendo a
diario.

Según la Palabra de Dios, hay dos mentalidades que podemos elegir: la
mentalidad que opera según la carne y la mentalidad que opera
según el Espíritu.

Como cristianos, nuestra mentalidad debería ser guiada de acuerdo
con el Espíritu, pero si pudiéramos hacerlo por nuestra cuenta, ya lo
hubiéramos hecho. Necesitamos que el Espíritu Santo nos ayude a
alinear nuestra mentalidad con la verdad de la Palabra de Dios. La
cultura puede intentar cambiar nuestra mentalidad, pero cuando le
pedimos a Dios que nos ayude, nuestra mentalidad está rodeada con la
fuerza del Cielo y protegida.

PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN:
¿Estás viviendo de acuerdo con la carne (es decir, haciendo cosas que
no agradan a Dios y por tanto, te hacen daño) o de acuerdo con el
Espíritu (es decir, haciendo lo correcto)?

PARA LA ORACIÓN:
Pídele al Espíritu Santo que te ayude a identificar qué tipo de
mentalidad tienes y que te ayude a enfocar de acuerdo con el Espíritu.