Cuando Jesús llamó a sus discípulos, fue a ellos. Tomó la iniciativa. Los
conoció donde estaban en medio de sus ocupadas vidas y les hizo una
simple invitación. Les ofreció un propósito para vivir.

Jesús te invita a seguirlo desde donde estás ahora. Luchamos con esto
porque queremos conocer todos los detalles. ¿A dónde vamos?
¿Cuánto tiempo nos iremos? ¿Cómo funcionará esto o aquello? Pero
Dios no te completa todos los detalles. Tan solo te pide que confíes en
él.

Pedro y Andrés estaban haciendo su vida cuando Jesús apareció. Es lo
mismo para ti y para mí. Estamos profundamente inmersos en la vida,
cuando Jesús aparece y nos invita a seguirlo. Nos ofrece un propósito y
un nuevo significado para nuestras vidas.

No creo que solo tener una experiencia placentera tras otra, perseguir
un sueño tras otro o incluso lograr un gran éxito, fama o fortuna,
equivalga a una buena vida. Necesitamos saber que nuestra vida
cuenta. Tenemos hambre de propósito. Queremos saber que hemos
marcado la diferencia. Es una pregunta fundamental. ¿Por qué estoy
aquí? ¿Por qué existo? Creo que una relación con Dios responde a las
preguntas más básicas de la vida.

Observe que cuando Jesús llamó a sus discípulos, no dijo: «Ven y
sígueme, y bendeciré tu negocio de pesca». Él dijo: «Ven y sígueme, y
haré que el enfoque de tu vida sea menos en ti y más en los demás».
Les dio un propósito eterno que marcaría la diferencia en la vida de
otras personas. De hecho, todavía están haciendo una diferencia en
nuestras vidas hoy; ¿no es así? ¡Ese es un legado increíble!

Jesús nunca perdió de vista su propósito. Sabía por qué estaba aquí y
nunca se permitió distraerse de esa misión. De hecho, repitió cuál era
su misión varias veces, porque las personas que lo seguían pensaban
que era algo diferente. Algunos de ellos pensaron que estaba aquí con
fines políticos. Pensaron que derrocaría al gobierno romano y
restauraría a Israel a su lugar legítimo. Otros vieron los milagros y
pensaron que estaba aquí para darles la vida cómoda que querían.
Jesús fue muy claro en su misión: «No vine a ser servido, sino a servir y a
dar mi vida en rescate por muchos». ¿Qué tan claro eres sobre tu
propósito? ¿Cómo describirías tu misión?